La fobia al corte de cabello
¿Por qué hay gente que tiene tanto miedo a un simple corte de cabello? Todos hemos visto a niños llorar en el momento del primer corte de pelo. ¿Una fobia sería, entonces, simplemente una repetición adulta de esta experiencia? Parecería que la respuesta no es tan sencilla.
Las fobias a los cortes de cabello forman parte de las fobias específicas. Las otras formas de fobia específicas pueden relacionarse con cuestiones como el miedo a las agujas, a los dentistas o a los aviones. En Estados Unidos, el Instituto Nacional de Salud Mental calculó que más de 6,3 millones de adultos norteamericanos padecen de algún tipo de fobia específica. Las mujeres tienen el doble de propensión a padecer este tipo de mal que los hombres.
Si la mayoría de la gente sabe bien lo que es la angustia, pocos saben que la fobia es mucho más que un simple temor. Un miedo puede ser llamado fobia si el temor a un objeto o a una situación es excesivo y se hace tan grande que provoca una enorme tensión, una huída, o un impacto negativo en la vida de un individuo.
Cuando se diagnostican las fobias, los médicos y los psicólogos se basan en un Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, que describe los síntomas y establece el diagnóstico de una enfermedad mental reconocida por las autoridades médicas correspondientes. Para que un individuo sea diagnosticado como un fóbico específico, debe:
1. Sentir un temor intenso o persistente a un objeto o a una situación.
2. Haber experimentado un cambio significativo en su comportamiento habitual en su casa, en el trabajo, en la escuela, o en donde se relacione con la sociedad, que podría deberse a la ansiedad o a una forma de evitar el objeto que se teme.
3. Experimentar una ansiedad inmediata cuando se encuentra delante del objeto que teme. Esta ansiedad puede desarrollar un ataque de pánico.
Pero, ¿por qué esos miedos persisten, a pesar de sus consecuencias negativas? Un hombre fóbico explicaba su miedo por el hecho de que los demás se burlaban siempre de su pelo largo y le decían que parecía una niña. Este hombre logró sentirse bien con su pelo, pero nunca fue capaz de evitar el miedo al corte de cabello.
En algunos casos, una fobia al corte de pelo puede ser producto de una mala experiencia. Por ejemplo, alguien que padece una fobia puede haber experimentado un momento escalofriante durante su primer corte, siendo niño. Debido a esta posibilidad, los padres deben hacer todo lo posible para asegurarse de que cortar el cabello sea una experiencia agradable para el niño.
“A mí me da mucho miedo ver muchas cuchillas afiladas que están cerca de mi cabeza. Y también un poco del hecho de que la gente mire los nuevos cortes y los comente”, escribe un comentarista en un sitio web. Este testimonio une dos causas potenciales de una fobia al corte de pelo. El miedo a las cuchillas afiladas es otro tipo de fobia específica y explica muy bien la razón por la cual algunas personas tienen miedo de cortarse el cabello. El miedo a que otras personas se burlen de un nuevo corte puede estar relacionado con fobias sociales, como los miedos o la ansiedad debidos a situaciones sociales en donde los individuos pueden ser evaluados por los demás.
En esos casos, una fobia al corte de cabello puede, de hecho, revelar problemas más importantes. Si el mal está relacionado con la evaluación social, el individuo puede sufrir trastornos de ansiedad social. Para evitar problemas graves en la vida cotidiana, estos individuos deberían buscar un tratamiento con un profesional calificado de salud mental.
Hay muchos tratamientos diferentes que funcionan bien contra las fobias al corte de cabello. Uno de los más corrientes se basa en una terapia de tipo cognitivo conductual. La parte cognitiva se basa en un cambio en el modo en que un individuo piensa respecto del objeto que teme. En este caso, un terapeuta lo ayuda a cambiar el modo de pensar respecto del corte de pelo y a ver este corte desde una perspectiva positiva.
La parte conductual de esta terapia se basa en un cambio en la reacción de las personas cuando se ven enfrentadas al objeto que temen, e implica siempre un proceso de exposición. En este caso, el terapeuta debe comenzar haciendo leer al paciente una revista sobre cortes de pelo. A continuación, puede hacer que el individuo manipule las herramientas de un peluquero, como las tijeras, las afeitadoras, los cepillos y los peines. Luego, el individuo puede pasar un tiempo en la peluquería observando a los demás cortarse el pelo. Durante la etapa final de este tratamiento, el individuo se corta el cabello sin experimentar un miedo excesivo ni irracional.
Mientras que a la mayoría de nosotras nos excita la idea de tener un nuevo corte de cabello, hay quienes piensan que la experiencia no es para nada agradable. Quienes padecer fobia pueden tener acceso a herramientas que les permitan desarrollar sus propias técnicas para evitar las fobias. Ayudar a prevenir las fobias al corte de pelo puede mejorar la confianza en uno mismo, la autoestima y la apariencia.
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